¿Estamos experimentando inquietud? ¡Quédate!
¿La mente no deja de rumiar? ¡Quédate!
¿El miedo y el odio están fuera de control? ¡Quédate!
¿Dolor en las rodillas y en la espalda? ¡Quédate!
¿Qué estoy haciendo aquí? ¡ Quédate!
¿Qué hay para comer? ¡Quédate!
¿Qué estoy haciendo aquí? ¡Quédate!
No puedo soportar esto ni un minuto más… ¡Quédate!
– Pema Chodron
La atención plena se desarrolla por el uso enfocado, selectivo y sostenido de la atención; mediante el entrenamiento de la atención plena, la mente puede enfocarse de manera concreta (atención focalizada o samatha)) y ampliamente (atención de campo abierto o vipassana).
Las prácticas tanto atencionales como generativas de mindfulness & compasión así como su integración gradual en nuestra vida diaria, nos ayudan a tener una percepción mayor, una conciencia más amplia y mucho más concreta de nuestro cuerpo y nuestra mente (de lo que pensamos y sentimos) modulando nuestra respuesta tanto al estimulo interno como externo, y ayudándonos a suavizar nuestro propio discurso para tratarnos con cariño y ternura frente al sufrimiento, el estrés o situaciones difíciles.
Intenta dejar 15 a 30 minutos diarios libres para realizar las prácticas que te propongo, entre más tiempo dediques a la práctica, mejores resultados y beneficios, tendrás.
Éste es el secreto, exento de trucos, atajos o píldoras mágicas.