Serenidad, mente clara y amabilidad
A través de la atención plena y la bondad puedes mejorar tu calidad de vida y tu relación con el sufrimiento.
Ya sea que la atención venga de la gracia del genio o por la fuerza de la voluntad, entre más tiempo uno le dedique su atención a un tema, más maestría conseguirá. Y la facultad de voluntariamente traer de regreso una atención errante, una y otra vez, es la verdadera raíz del juicio, el carácter y la voluntad.
Una educación que pudiera mejorar esta facultad sería la educación por excelencia. Pero es más fácil de definir el ideal que dar direcciones prácticas para lograrlo.
Williams James
La atención plena se puede entrenar y de hecho, a través de ella, muchas personas encuentran calma, inspiración y fuerza interior, debido a que el entrenamiento en mindfulness y compasión mejora la capacidad tanto de la atención, como de la gestión de las emociones así como la modulación afectiva de nuestro discurso interior con nosotros mismos, ayudándonos en el autocuidado.
En los últimos años se ha comenzado a descubrir lo que cambia en el cerebro durante este entrenamiento y ahora se empieza a entender, gracias a estos descubrimientos, cómo funciona la capacidad de atención plena en el cerebro.
La atención plena es un estado mental UNIVERSAL
El término atención plena proviene del budismo. En algunos de los escritos más importantes de esta tradición, el Sati-Paṭṭhāna Sutra y el Sutra Anapanasati, el Buda histórico explica los efectos de la atención plena y su papel en la obtención de sabiduría, animándonos a cultivar el aprendizaje de la atención plena y la compasión o amabilidad hacia nosotros mismos.
En el mundo occidental el término ha sido objeto de definiciones muy diferentes. La descripción más utilizada en la literatura especializada proviene del biólogo molecular estadounidense Jon Kabat-Zinn, que describe la atención plena como un estado mental (consciencia) que surge cuando intencionadamente dirigimos nuestra atención mental a la experiencia del momento presente, con curiosidad, aceptación, amabilidad y libre de juicios. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra experiencia tanto física como mental o emocional, surge un espacio donde podemos responder en vez de reaccionar automáticamente, ello hace que podamos ser proactivos entre el estimulo y la respuesta.
Definitivamente, y por propia experiencia, este nuevo enfoque nos permite que podamos interferir en nuestro propio comportamiento construido por hábitos impulsivos o constumbres, ideas preconcebidas, creencias, ideales y responder con elección.
Técnicas atencionales y generativas
La compasión hacia nosotros mismos o self-compassion es el aspecto nuclear afectivo de mindfulness y que nos ayuda a cultivar y desarrollar mediante prácticas generativas basadas en la ciencia de la compasión, la habilidad de construir herramientas para el autocuidado y la autobondad.
La compasión hacia uno/a mismo/a hace emerger la fortaleza interior para estar presentes con el sufrimiento y el valor para actuar con compasión y la resiliencia ante él.
Esta cualidad amorosa modula nuestro discurso interior (autocrítica o tendencia del sesgo negativo) que por regla general se presenta autodestructivo y excesivamente exigente o preocupado, suavizándolo.
Meditaciones para la atención plena
La meditación se practica durante siglos en las diferentes culturas como una forma para ampliar la conciencia, la curación o el autoconocimiento. Como definición del término meditación, hay una descripción que combina varios enfoques diferentes en sí misma.
El término meditación se refiere a una colección de prácticas de autorregulación mediante el entrenamiento de la atención y de hacernos concientes a través de diferentes anclales y/o soportes centrales para poder controlar/dominar/tomar distancia de manera voluntaria los procesos mentales y con ello promover el bienestar mental general y el desarrollo espiritual alcanzando la paz, la claridad y la concentración.
Regulación de la atención
La atención plena se desarrolla por el uso enfocado y selectivo de la atención; mediante el entrenamiento de la atención plena, la mente puede enfocarse de manera concreta (atención focalizada) y ampliamente (atención de campo abierto).
La capacidad de la atención plena facilita dirigir y mantener la concentración en un objeto, además de fomentar el darse cuenta más rápidamente de cuándo los pensamientos o emociones nos amenazan. En pocas palabras: si mis pensamientos están constantemente saltando de un tema a otro (mente de mono o red por defecto) y nos enganchamos a ellos, gastamos mucha más energía y entramos en un bucle de pensamientos que nos conducen a aumentar el estrés, la negatividad y por ende, nuestro sufrimiento.
Prácticas básicas de Mindfulness & Compasión
Las prácticas tanto atencionales como generativas de mindfulness & compasión así como su integración gradual en nuestra vida diaria, nos ayudan a tener una percepción mayor, una conciencia más amplia y mucho más concreta de nuestro cuerpo y nuestra mente (de lo que pensamos y sentimos) modulando nuestra respuesta tanto al estimulo interno como externo, y ayudándonos a suavizar nuestro propio discurso para tratarnos con cariño y ternura frente al sufrimiento, el estrés o situaciones difíciles.
Intenta dejar 15 a 30 minutos diarios libres para realizar las prácticas que te propongo, entre más tiempo dediques a la práctica, mejores resultados y beneficios, tendrás.
Éste es el secreto, exento de trucos, atajos o píldoras mágicas.
En la página encontrarás un pestaña con recursos de audio que te iniciarán en la práctica. Primero escucha el audio de «instrucciones para la postura de la práctica” y seguidamente haz la que tu consideres.
Creado por Javier Alvarez Villaescusa
Colaborador de MIESES GLOBAL ORG